Los crisoles vienen en varios modelos y especificaciones, y ofrecen una amplia gama de aplicaciones sin estar limitados por la escala de producción, el tamaño del lote o la variedad de materiales de fusión. Esta flexibilidad asegura una gran adaptabilidad y garantiza la pureza de los materiales que se funden.
Instrucciones de uso:
Después de su uso, coloque el crisol en un lugar seco y evite la exposición al agua de lluvia. Antes de volver a usarlo, caliente lentamente el crisol a 500 grados centígrados.
Al agregar materiales al crisol, evite llenarlo demasiado para evitar que el metal se expanda y agriete el crisol debido a la expansión térmica.
Al extraer metal fundido del crisol, utilice una cuchara siempre que sea posible y minimice el uso de pinzas. Si se necesitan pinzas u otras herramientas, asegúrese de que coincidan con la forma del crisol para evitar una fuerza localizada excesiva y prolongar su vida útil.
La vida útil del crisol se ve afectada por su uso. Evite dirigir llamas de alta oxidación directamente sobre el crisol, ya que esto puede causar una rápida oxidación del material del crisol.
Materiales de fabricación de crisoles: Los materiales de producción de crisoles se pueden resumir en tres tipos principales: grafito natural cristalino, arcilla refractaria plástica y materiales duros calcinados similares al caolín. Desde 2008, también se utilizan materiales sintéticos resistentes a altas temperaturas, como carburo de silicio, corindón de alúmina y hierro silicio, como materiales estructurales para los crisoles. Estos materiales mejoran significativamente la calidad, densidad y resistencia mecánica de los productos del crisol.
Aplicaciones: Los crisoles se utilizan comúnmente para:
Quemar sustancias sólidas
Evaporación, concentración o cristalización de soluciones (cuando no se dispone de platos de evaporación, se pueden utilizar crisoles en su lugar)
Notas de uso importantes:
Los crisoles se pueden calentar directamente, pero no se deben enfriar rápidamente después de calentarlos. Utilice pinzas para crisol para manipularlos cuando estén calientes.
Coloque el crisol sobre un triángulo de arcilla durante el calentamiento.
Revuelva el contenido cuando se evapore y utilice el calor residual para un secado casi completo.
Clasificación de crisoles: Los crisoles se pueden dividir ampliamente en tres categorías: crisoles de grafito, crisoles de arcilla y crisoles de metal. Dentro de la categoría de crisoles de grafito, existen crisoles de grafito estándar, crisoles de grafito con formas especiales y crisoles de grafito de alta pureza. Cada tipo de crisol difiere en rendimiento, uso y condiciones operativas, lo que genera variaciones en las materias primas, métodos de producción, técnicas de fabricación y especificaciones del producto.
Especificaciones y numeración: Las especificaciones (tamaños) del crisol generalmente se indican mediante números secuenciales. Por ejemplo, un crisol n.° 1 puede contener un volumen de 1000 g de latón y pesa 180 g. La capacidad de fusión de diferentes metales o aleaciones se puede calcular multiplicando la relación volumen-peso del crisol por el coeficiente apropiado del metal o aleación.
Aplicaciones específicas: Los crisoles de níquel son adecuados para fundir muestras que contienen NaOH, Na2O2, Na2CO3, NaHCO3 y KNO3 en disolventes alcalinos. Sin embargo, no son adecuados para fundir muestras que contengan KHSO4, NaHS04, K2S2O7 o Na2S2O7 u otros disolventes ácidos, así como sulfuros alcalinos que contengan azufre.
En conclusión, los crisoles ofrecen una amplia gama de aplicaciones en diversas industrias y, si se siguen las pautas de uso adecuadas, se puede maximizar su longevidad y eficiencia.
Hora de publicación: 01-ago-2023